La depresión es una patología psiquiátrica que afecta significativamente el estado de ánimo del paciente, induciendo estados de tristeza, irritabilidad, desesperanza. La depresión puede tener consecuencias en el ritmo del sueño, el apetito y las relaciones humanas. En casos severos, la depresión puede conducir a intentos de suicidio.
Para diagnosticar una depresión, tanto en adultos como en niños, los síntomas generalmente deben durar 2 semanas o más. En estos casos, el paciente debe ser investigado y tratado por un médico que se especialice en psiquiatría infantil y adolescente.
Aunque se diagnostica más comúnmente en adultos, la depresión puede afectar tanto a niños como a adolescentes por igual. Dado que el estado de ánimo de un niño cambia naturalmente, a medida que crece, la depresión los afectará de manera ligeramente diferente. Los signos y síntomas pueden ser sugerentes, pero a menudo se pasan por alto y, por lo tanto, la depresión permanece sin diagnosticar, teniendo aquí un papel la edad y el período de crecimiento / pubertad.
En los niños, la depresión y la ansiedad se asocian con frecuencia. La ansiedad es un trastorno de salud mental que viene con sentimientos de miedo, pánico y preocupación por cualquier situación en la vida cotidiana.
Prevalencia
La depresión y la ansiedad son dos de las condiciones psicológicas más comunes que se encuentran en los niños. Aproximadamente el 7% de los niños entre las edades de 3 y 17 años tienen ansiedad, y el 3% experimentan depresión. Tanto la depresión como la ansiedad tienden a ser más graves en los adolescentes entre las edades de 12 y 17 años.

Causas
La depresión y la ansiedad también pueden ocurrir sin una causa aparente clara. Sin embargo, algunos problemas pueden convertirse en causas de su desencadenamiento, a saber: consumo de alcohol y drogas, problemas familiares o eventos difíciles, antecedentes familiares, patologías físicas que implican un cierto grado de dolor / discapacidad para el niño.
Signos y síntomas
En la mayoría de los casos, el niño no informará los síntomas. O no se dará cuenta de ciertos cambios, o tendrá restricciones emocionales para compartirlos.
Por lo tanto, la identificación de signos de depresión pertenece a los padres, que deben prestar atención a cambios tales como:
• Problemas de comportamiento en la academia
• Cambios significativos en los hábitos alimenticios o el horario de sueño
• Tristeza, desesperanza y optimismo
• Falta repentina de interés en actividades divertidas que los hacían felices hasta ahora
• Falta de energía, fatiga general, debilidad
• Cambios de humor frecuentes y más irritabilidad
Con respecto a los signos que indican ansiedad, puede notar que su adolescente o hijo experimenta preocupaciones sobre el futuro, ansiedad por separación (cuando tienen miedo de tener un padre cerca), preocupaciones de que un ser querido pueda tener algo malo, negativa a participar en actividades grupales.
También puede tener signos físicos de pánico, como mareos, sudoración, respiración rápida y difícil.
Intento de suicidio
En cuanto al riesgo de que un niño con depresión y ansiedad termine con intentos de suicidio, las estadísticas en los Estados Unidos son las más relevantes. En 2019, por ejemplo, alrededor del 9% de los estudiantes de secundaria tuvieron al menos un intento de suicidio. Los pensamientos suicidas o los pensamientos de lastimarse a sí mismo son más comunes en la adolescencia, pero ciertos comportamientos y patrones suicidas también se pueden observar en niños pequeños.
Busque cuidadosamente signos como los siguientes, en caso de prevenir los pensamientos suicidas de su hijo desde el principio:
• Conversaciones sobre la muerte y el proceso de morir
• Donar ciertas cosas que son importantes para él
• Enfatizar situaciones o acciones que son peligrosas para él
• Cualquier signo corporal que pueda significar autoaprendizaje
• Aislamiento social
Métodos diagnósticos
Si cree que su hijo muestra signos de depresión o ansiedad, hable con un médico especialista. Puede comenzar con una discusión con su pediatra, quien le recomendará una consulta psicológica o psiquiátrica, si es necesario, para una evaluación más detallada.
El pediatra excluirá otras patologías o deficiencias que puedan causar los síntomas del niño, especialmente cambios en el estado de ánimo y fatiga extrema.
Ejemplos de condiciones que están asociadas con síntomas similares a la depresión son anemia, diabetes mellitus, epilepsia, hipotiroidismo o hipertiroidismo, mononucleosis infecciosa, deficiencia de vitamina D.
No hay pruebas para diagnosticar la depresión, pero una evaluación psiquiátrica cuidadosa con entrevista con el niño y los padres es suficiente para establecer el diagnóstico de depresión y ansiedad.
Hablar con maestros, amigos o colegas sobre el comportamiento del niño afectado puede ayudar a confirmar el diagnóstico.
Opciones de tratamiento
Las opciones de tratamiento para los niños con depresión y ansiedad son las mismas que para los adultos. Por lo tanto, el psiquiatra pediátrico recomendará sesiones de psicoterapia, tratamiento farmacológico o una combinación de ambos. Además, se fomentará la cercanía y la comunicación con los miembros de la familia o amigos cercanos para ayudar al niño a manejar mejor toda la situación.
El método más eficaz de psicoterapia utilizado para tratar la depresión es la terapia cognitivo-conductual. Esta terapia ayuda a los niños a aprender a pensar más positivamente sobre sí mismos y sobre la vida, así como a manejar mejor cualquier situación negativa que pueda surgir. La terapia conductual tiene como objetivo llegar a la raíz y el origen de los miedos y preocupaciones del niño y, por lo tanto, ofrece un método efectivo y personalizado para controlar la ansiedad y la depresión de manera saludable.
En cuanto al tratamiento farmacológico, la clase utilizada está representada por los inhibidores de la recaptación de serotonina. Aumentan los niveles de serotonina ya presentes de forma natural en el sistema nervioso central.
Es esencial mantener reglas estrictas y tener mucho cuidado con la administración de estos medicamentos.
Si el médico recomienda y prescribe antidepresivos, tenga cuidado con la condición del niño durante todo el tratamiento. Nunca permita la interrupción repentina del tratamiento, ya que esto puede empeorar significativamente los síntomas.
Prevención
La depresión puede tener causas biológicas sin ser influenciada por factores externos, o puede ser el resultado de situaciones y eventos de la vida. Por lo tanto, como padre, no siempre puede controlar lo que sucede en la vida de su hijo y no siempre puede evitar los factores causales.
Sin embargo, puede ayudar a formar y mantener una salud mental intacta mediante la implementación de hábitos saludables como:
• Ejercicio regular, especialmente la participación en deportes de equipo
• Un ambiente seguro y de apoyo tanto en el hogar como en la escuela
• Descanso suficiente
• Comidas equilibradas y saludables
• Comunicación abierta y constante
¿Cuándo debe ir al médico?
Busque ayuda médica de los primeros signos de depresión y ansiedad que su hijo está mostrando. Si nota signos de intentos de suicidio, busque ayuda médica de emergencia. Además, busque líneas de ayuda especializadas y grupos para intentos de suicidio.