Cualquier padre debe temer el momento en que su bebĂ© se enferma. A menudo, en un intento de ayudar a su pequeño, los padres cometen algunos errores, algunos de ellos con graves consecuencias. Uno de estos errores es la administraciĂłn de medicamentos “por oĂdo”, sin la consulta y opiniĂłn del mĂ©dico.
Por eso siempre es bueno preguntarle al pediatra antes de darle pastillas a tu hijo, más aún en los primeros años de vida. Los bebés son especialmente vulnerables a los efectos secundarios de los medicamentos, asà que piénselo dos veces antes de darles pastillas, incluso si son medicamentos de venta libre o a base de hierbas.
Cuando tu pequeño está enfermo, es bueno ir con Ă©l al mĂ©dico, independientemente de si los sĂntomas te parecen graves o no.
Incluso un resfriado comĂşn es mejor ser tratado solo con los medicamentos indicados por el pediatra. Quizás el mayor error de los padres es darles a sus hijos, en tales casos, medicamentos que tambiĂ©n toman. Puede ser un simple analgĂ©sico o un remedio para el resfriado comĂşn: ¡las pĂldoras destinadas a adultos no son adecuadas para niños!
Si su pequeño no se siente bien (tiene vómitos o erupciones cutáneas) después de tomar pastillas, especialmente si no han sido aprobadas por el especialista, llame a su médico de familia de inmediato. Además, si el bebé está enfermo y sospecha que accidentalmente tragó pastillas (encontró un biberón sin envolver junto a él), vaya con él al pediatra.
Para evitar tales problemas, siempre mantenga los medicamentos lo más lejos posible de los niños (en un lugar seguro y cerrado, al que no puedan llegar en su ausencia) y no les administre pĂldoras solo por consejo del pediatra. Algunas drogas son especialmente peligrosas para los más pequeños, especialmente para los bebĂ©s. Incluso si usted (o sus hijos mayores) los han tomado sin problemas, su hijo menor puede estar en peligro si le da tales pĂldoras.
1. Aspirina
Nunca le dĂ© a su bebĂ© aspirina u otros medicamentos que contengan aspirina, a menos que su pediatra se lo indique. La aspirina puede hacer que los niños sean vulnerables al sĂndrome de Reye, una enfermedad rara pero mortal.
Siempre revise los medicamentos para niños que compre en la farmacia para ver si tienen aspirina o no y lea las etiquetas cuidadosamente (a veces la aspirina aparece como “salicilato” o “ácido acetilsalicĂlico”). Si su bebĂ© tiene fiebre o tiene otros sĂntomas de resfriados, en lugar de aspirina, pregĂşntele a su mĂ©dico si puede darle ibuprofeno, pero tenga en cuenta que el ibuprofeno no debe administrarse a los pequeños que aĂşn no han alcanzado la edad de 6 meses.
2. Medicamentos para la tos y los resfriados (sin receta)
En caso de gripe o resfriado, pero tambiĂ©n contra la tos, los padres se ven tentados a comprar para los bebĂ©s medicamentos habituales, disponibles sin receta mĂ©dica y que ellos mismos han tomado muchas veces. Por eso es importante saber que nunca debes hacer eso. Los estudios han demostrado que estos medicamentos no funcionan en el caso de niños tan pequeños, por lo que no pueden tratar sus sĂntomas, es más, incluso pueden ser peligrosos, especialmente si se administran en dosis superiores a las recomendadas.
Además de los efectos secundarios que generalmente pueden causar, como somnolencia, problemas estomacales, erupciones cutáneas y urticaria, los medicamentos para la tos y el resfriado pueden causar otras reacciones más graves en los bebĂ©s: frecuencia cardĂaca rápida, convulsiones e incluso la muerte. Cada año, miles de niños pequeños llegan a la sala de emergencias debido a la sobredosis de medicamentos para la tos y el resfriado. Si su bebĂ© tiene un resfriado, trate de aliviar sus sĂntomas a travĂ©s de algunos remedios caseros, como tomar lĂquidos calientes, destapar la nariz con la ayuda de una bomba especial y usar un humidificador para ayudarlo a respirar mejor.
3. Fármacos antivomitivos
Al igual que la aspirina, los medicamentos para las náuseas y los vĂłmitos (antiemĂ©ticos) no deben administrarse a los bebĂ©s, excepto por indicaciĂłn del mĂ©dico. La mayorĂa de los episodios de vĂłmitos son bastante cortos, y los más pequeños pueden lidiar con ellos sin la ayuda de pĂldoras. Además, los fármacos antivomitivos presentan una serie de riesgos y posibles complicaciones, que pueden hacerlos peligrosos. Si su bebĂ© tiene vĂłmitos y comienza a deshidratarse debido a ellos, pĂdale consejo a su mĂ©dico sobre lo que puede hacer para ayudarlo, pero nunca le dĂ© pĂldoras por iniciativa propia.
4. Medicamentos destinados a adultos
Como hemos demostrado antes, los padres imaginan que pueden dar a sus bebés los medicamentos que también toman y que todo estará bien siempre y cuando les den una dosis más pequeña. Pero esto es muy peligroso. Incluso los jarabes que le das a los niños mayores pueden poner en peligro al bebé, porque en su caso, una gota de jarabe estará mucho más concentrada que para sus hermanos mayores. Lea siempre el prospecto y, si no se especifica claramente cuál es la dosis adecuada para la edad y el peso de su pequeño, no le dé ese tratamiento.
5. Medicamentos recetados para otros niños
Los medicamentos recetados que están destinados a otros niños (un hermano o hermana mayor) o que se recetan para tratar otra enfermedad siempre serán ineficaces, e incluso podrĂan ser peligrosos para su bebĂ©, asĂ que nunca le dĂ© tal cosa. Cuando tu cachorro necesite pastillas, solo dales las recetadas exclusivamente para Ă©l y para la condiciĂłn que padece.
6. Medicamentos caducados
Siempre deseche los medicamentos vencidos, estĂ©n o no con la receta, tan pronto como hayan excedido la vida Ăştil. Además, nunca use pĂldoras que se hayan vuelto quebradizas (se rompen fácilmente) o que hayan perdido su color, en otras palabras, si ya no se ven igual que cuando las comprĂł (¡es cierto para usted y los otros miembros de la familia, no solo para el bebĂ©!). DespuĂ©s de que la fecha de validez ha expirado, los medicamentos ya no son efectivos e incluso pueden ser dañinos.
Si no sabe quĂ© hacer con las pĂldoras vencidas, pregĂşntele al farmacĂ©utico cuál es la mejor manera de actuar. En general, no es una buena idea tirarlos al inodoro, ya que pueden contaminar el agua subterránea, filtrándose en la fuente de agua potable. Sin embargo, algunos medicamentos pueden ser tan peligrosos para los bebĂ©s que las autoridades sanitarias recomiendan tirarlos en la taza del inodoro en lugar de en el bote de basura, donde pueden ser encontrados por niños o mascotas.
Consulte el prospecto de cada medicamento para averiguar cuál es la mejor manera de deshacerse de Ă©l, y si no encuentra ninguna informaciĂłn al respecto allĂ, entregue las pĂldoras vencidas al farmacĂ©utico o pregunte si hay un programa local para recolectar medicamentos viejos e inutilizables. Si ninguna de las opciones anteriores está disponible, vierta el contenido de los viales, láminas y frascos de medicamentos en una bolsa o un recipiente hermĂ©ticamente cerrado, despuĂ©s de haber puesto dentro algo inapelable (no comestible), como cafĂ© molido o arena de la caja de arena para gatos, para no atraer la atenciĂłn de los animales que pueden encontrarlo.
7. Dosis demasiado altas de paracetamol
Algunos de los analgĂ©sicos y medicamentos contra la fiebre contienen acetaminofĂ©n, por lo que debe tener cuidado de no dar a los niños una dosis separada de esta sustancia si ya están tomando tales pĂldoras. En caso de que no sepas exactamente quĂ© contienen los medicamentos que estás administrando a los más pequeños, habla con tu mĂ©dico de cabecera y no les des paracetamol o ibuprofeno a menos que Ă©l te lo indique.
8. Comprimidos masticables
Las tabletas masticables o cualquier otro tipo similar de drogas son un peligro de ahogamiento para los bebés. Si su cachorro ya ha cambiado a una nutrición sólida y desea darle tabletas, pregúntele a su médico o farmacéutico si puede triturarlos y agregarlos al yogur o purés para bebés. Por supuesto, tendrá que asegurarse de que el pequeño se coma toda la cucharadita, ¡para que pueda recibir la dosis completa de medicamento!