Si bien es cierto que debemos intentar no solo hacer ejercicio físico varias veces a la semana, sino también comer de forma saludable, en estos últimos casos puede producirse un trastorno grave, que requiere atención. Hoy intentamos explicarte lo que es ortorexia, y por qué es importante actuar tan pronto como tomemos nota de ese diagnóstico.
En términos generales, la ortorexia se define como una condición psiquiátrica, tipo obsesivo-compulsivo o TOC, que se distingue por la búsqueda extrema de una dieta saludable.
Es decir, la persona que padece esta enfermedad tiene llevado al límite su intento de cuidarse y llevar una dieta saludable, hasta el punto en que ha restringido muchos hábitos alimenticios ordinarios y comienza a correr el riesgo de desarrollar todo tipo de trastornos corporales.
Alguien que está sufriendo un episodio de estas características tiende a hacer de la comida el centro de su vida, ya que sus pensamientos, conversaciones y acciones girarán en torno a la comida, y si quienes lo rodean no comparten este estilo de vida, pueden llegar a aislarse por completo. .
Precisamente, dada la conciencia que existe hoy sobre lo “dieta saludableEstos pacientes pueden disfrazarse de personas que siguen estrictamente una dieta cuando, en realidad, son prisioneros de un trastorno obsesivo compulsivo, que no controlan.
¿Cómo lidiar con este problema?
Un buen método para alertar ante estas situaciones es centrarse en los alimentos que la persona intenta evitar, casi siempre relacionados con grasas saturadas, azúcares, sales, etc.
En una etapa posterior de los eventos, los alimentos necesarios en una dieta, como carne, huevos, legumbres, cereales, y solo se “aceptarán”, las de origen 100% natural, ecológicas o, eventualmente, las obtenidas por el propio paciente.
Como resultado de todo lo anterior, las personas con ortorexia pueden parecer saludables, delgadas y con buen tono muscular al principio. Pero, podrían ser víctimas de graves problemas nutricionales, acompañados o no de este retraimiento social, porque no comparten los “valores” nutricionales de los demás.
Por tanto, quienes están cerca tienen que encontrar los medios para hacer que la persona entre en razón, llevándola a un consulta con profesionales médicos, psicólogos y nutricionistas, quiénes serán los encargados, en última instancia, de desvelar su cuadro, en qué etapa se encuentra, y cuál es la terapia que se debe abordar para sacarlo de estas nefastas y peligrosas circunstancias.